La alcaldesa y sus secuaces
Honor e imagen pública. El gobierno Montijano, a las puertas de las elecciones, se empeña en marcharse in maculo, limpio como patena, cuando bien saben que eso es tarea imposible.
Mercedes Molina, junto con su sospechoso equipo, han emprendido la última gran cruzada contra varios ciudadanos de la localidad.
Para ponernos en antecedentes, vecinos de la calle Felipe Trigo, con Doña Julia Coco como portavoz, mantienen un litigio contra el ayuntamiento de Montijo por presunta falsedad documental y tráfico de influencias. Los datos que obran en poder de los demandantes, bajo mi opinión, vierten fundadas sospechas sobre un nuevo caso de corrupción urbanística, auspiciado por varios integrantes del equipo de gobierno y la empresa de construcción UYADLA. La señora Coco envió a distintos medios de comunicación un extenso historial sobre el curso de los acontecimientos, que por definición propia son duros y comprometedores. Me atrevo a decir que de no ser por la documentación que acompaña dicho historial, hubiera recomendado su no publicación. Pero en vista de los hechos tengo que decir que, como ciudadano, agradezco a la señora Coco haber sido informado de tan rocambolesca trama. (Recomiendo lectura: Sentencia condenatoria al señor Capilla_ en Ventana Digital 12 de febrero de 2007)
Ahora, la alcaldesa, junto a Manuel Cotrina, Manuel Alonso Hernández, José Lavadito y Manuel Lavadito, quieren demandar a Doña Julia Coco Castón y a cualquiera que se atreva a apoyar su escrito. Para ello han reclamado acta de conciliación en los juzgados, llamando a declarar a los vecinos de la calle Felipe Trigo (muchos de los llamados a declarar nada tienen que ver con la asociación demandante). Una vez en los juzgados se advertirá a los vecinos que de sumarse a los escritos de doña Julia Coco, también serán demandados por daños al honor y a la imagen.
Como es costumbre, el dinero del contribuyente será utilizado contra el propio contribuyente, intentando iniciar un proceso costoso y largo, que no tiene más finalidad que limpiar los nombres de aquellos que se mantienen, desde hace años, en constante sospecha delictiva. La alcaldesa está demandada por prevaricación, tráfico de influencias, falsificación documental, revelación de secreto, violación de la ley de protección de datos. Y no solo por doña Julia Coco, si no por vecinos que ninguna relación guardan entre si, e incluso por partidos políticos opositores.
Se va. Doña Mercedes se va. Pero se va malgastando el dinero del contribuyente hasta el final de su legislatura. Limpiar su imagen primordial. Aunque más le hubiera valido no ensuciarse, como porcino en corral.
Yo apoyo a la señora Coco, pues su texto es valiente, y a pesar de lanzar acusaciones directas, revela un contenido documentado que hace difícil su contradicción. Pero que más le da a doña Mercedes Molina. Ella no pagará el juicio, por que para eso estamos los contribuyentes. Y por eso me voy a permitir darle un consejo. Señora Molina, su nombre ya no lo lava ni con Perlán.
Espero que los vecinos de la Calle Felipe Trigo no queden en la estacada a un ciudadano, como la señora Coco, que no ha hecho más que velar por los intereses de todos, desenmascarando posibles tramas y corruptelas que nadie se había atrevido a airear.
Sed valientes. Luchad por vuestro pueblo.
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