Lo que podríamos ser y no somos.
Quizá algunos no conozcáis la existencia de un carburante ecológico llamado “biodiesel”. Es un carburante de origen vegetal que al quemarse no produce gases de efecto invernadero. SUECIA se está convirtiendo en el primer consumidor. En aquel país todos los días se abre una nueva estación de servicio para abastecer a los, cada vez más numerosos, coches de impulsión por “biodiesel”. Sus ciudadanos están muy concienciados con la problemática que nos atañe y amenaza a todos los habitantes del planeta, y aunque el combustible y el coche les repercute negativamente en el bolsillo, no dudan en invertir dinero en un futuro sostenible.
Algunos pensaréis que los españoles no tenemos la economía para fiestas. Pero lo que muchos ignoraréis es que ESPAÑA es el primer productor Europeo de dicho carburante, aunque en Extremadura (que es la porción que nos atañe más directamente), una de las regiones más extensas y con el clima más apropiado para tal fin, no se produzca un solo gramo del mismo.
España es una potencia durmiente en lo que se refiere a energías renovables y limpias: Sol, viento, más de 3000 kilómetros de costa y grandes extensiones de terreno fértil para la siembra, recolección y transformación de “biodiesel” Sin embargo, nosotros, los sureños del oeste peninsular, seguimos optando por someternos a los lobbys del petróleo. Seguimos optando y votando por estos políticos vendidos al gran capital, inmorales y con el dinero como única guía existencial: Refinerías, Centrales Térmicas… un despropósito tras otro. Y os aseguro que cuando hayan quemado esta tierra, la nuestra, nuestra Extremadura, simplemente se mudarán a otra más limpia y virgen. No les importamos. Somos un subproducto del gran negocio, nada más.
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